Serían pocas las empresas que tienen implementado un sistema de Gestión de Riesgos, y es algo que se percibe sin mayor esfuerzo, dado que muchas organizaciones cometen en forma frecuente los mismos errores un proyecto tras otro; perdiéndose normalmente en cada oportunidad las lecciones aprendidas, tanto respecto de la solución encontrada a las problemáticas enfrentadas y resueltas como de las buenas o mejores prácticas logradas por los equipos de trabajo, que en muchas ocasiones actúan como equipo sólo en forma temporal; esto se corrige en parte importante con la implementación de la Gestión de Calidad Total, pero una vez que tenemos la información debemos utilizarla en forma proactiva y es en este punto en donde aparece la Gestión de Riesgos. El objetivo principal de la Gestión de Riesgos será actuar como una herramienta estratégica para mejorar el nivel de competitividad y resultados de la empresa (o de un proyecto), mediante la aplicación de una gestión proactiva sobre las amenazas u oportunidades que tienen influencia sobre el cumplimiento de uno o más objetivos de la empresa (o de un proyecto), para ello utilizará todas las herramientas de gestión a su disposición de tal forma que analizará la información histórica, actual y sus proyecciones para la toma de decisiones que permitan mejorar los resultados mediante la creación de valor en la empresa o proyecto. La Gestión de Riesgos es parte de la Gestión de Proyectos y requiere de esta última para su correcta operación, no obstante, es necesario otorgar un nivel de importancia y asignación de recursos tal que permita a la empresa obtener el resultado estratégico de la Gestión de Riesgos y no tan sólo el operacional. En este punto y con el objetivo de reforzar el carácter estratégico es en donde aparece la Gestión Contractual encargándose de hacer que nuestros contratos y compromisos estén conformes con los objetivos de la empresa y tal encargo lo cumple necesaria e indiscutiblemente de la mano con la Gestión de Riesgos.
Muchas son las pérdidas económicas y comerciales que se presentan a causa de la gestión reactiva y desvinculada de los objetivos de la organización.
Pero cómo nos ayudan estas dos nuevas herramientas, la Gestión de Riesgos nos ayudará a evitar caer en pérdidas innecesarias debido a las amenazas a nuestras actividades e incentivar la opción de lograr de asegurar la posibilidad de cumplimiento de nuestros objetivos o aumentar nuestros ingresos mediante el aprovechamiento de las oportunidades. En ocasiones esto dependerá directamente de nuestras operaciones, pero en nuestro rubro los riesgos también están necesariamente relacionados con el tipo de contrato que tengamos y nuestro alcance, es decir, tendremos mayores o menores amenazas u oportunidades como resultado del tipo de alcance o trabajo a ejecutar y del tipo de contrato bajo el cuál lo realicemos, a modo de referencia: precios unitarios, suma alzada, llave en mano, costo más recargo, etc.; y la Gestión Contractual será la encargada de vincular los contratos con los objetivos de la empresa y con nuestras posibilidades o capacidad de asumir y tomar riesgo.
En resumen, la Gestión de Proyectos y Gestión de Calidad Total nos aportarán las condiciones estratégicas para la implementación de un sistema operacional y funcional que actuará a modo de un sistema nervioso central para la implementación de la Gestión de Riesgos y Gestión Contractual que nos posibilitarán la movilidad estratégica en el cumplimiento de los objetivos de la empresa, y todos estos sistemas de gestión actuando en coordinación, indudablemente representarán una ventaja competitiva para nuestra organización.
- Project Management Institute – PMI® (2009) Guía de los Fundamentos de la Dirección de Proyectos. (PMBOK)® Cuarta Edición en Español y Quinta Edición (2013) en Inglés. Newton Square, PA: Project Management Institute Inc.
- Norma Internacional ISO 31000 (2009)- Gestión de Riesgos – Práctica y Directrices.