Mediante el estudio de las condiciones geológicas subterráneas del área, se pueden establecer los planes a seguir para garantizar la instalación adecuada de las fortificaciones.
Existen diferentes tipos de rocas, cada una de las cuales tienen sus propias características y propiedades físicas. Existen también, diferentes situaciones que requieren el uso de fortificación adicional para consolidar los estratos de la roca, afirmar los bloques y prevenir la caída de roca.
El uso de elementos para el sostenimiento del macizo rocoso ha llevado al hombre a ir perfeccionando cada vez más las técnicas de fortificación.
Con el transcurso de los años, se han desarrollado y probado diferentes elementos, que cada vez se adecuan en mejor forma a las necesidades. Estos elementos son cada vez más livianos, resistentes y fáciles de instalar.
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