La economía circular es un modelo económico que busca crear un ciclo continuo de productos, materiales y recursos, donde se minimiza el desperdicio, se maximiza el valor de los recursos y se promueve la reutilización y el reciclaje.
Este modelo aboga por una menor extracción de materias primas, reduciendo la dependencia de los recursos naturales limitados. Se centra en tres principios clave: reducir, reutilizar y reciclar. Las empresas y consumidores son alentados a adoptar prácticas más sostenibles, como la reparación, el rediseño de productos y el uso de materiales reciclados.
Beneficios de la economía circular:
Reducción de residuos: Minimiza la cantidad de desechos generados, transformando lo que antes era considerado como "basura" en recursos valiosos.
Conservación de recursos naturales: Disminuye la explotación de recursos naturales, lo que contribuye a la preservación del medio ambiente.
Incentivo a la innovación: Estimula el desarrollo de tecnologías y modelos de negocio innovadores para hacer productos más sostenibles.
Creación de empleo: El reciclaje, la reutilización y la reparación de productos pueden generar nuevos trabajos y fortalecer las economías locales.
Implementar la economía circular no solo tiene beneficios ambientales, sino que también contribuye a la creación de un sistema más resiliente y sostenible, promoviendo el bienestar a largo plazo para empresas, consumidores y el planeta.