La minería sostenible es un enfoque que busca equilibrar la extracción de recursos minerales con la protección del medio ambiente, el respeto por los derechos sociales y el impulso del desarrollo económico. A diferencia de la minería tradicional, que a menudo se centra exclusivamente en la explotación de recursos, la minería sostenible pone énfasis en la gestión responsable de los impactos ambientales, como la contaminación del agua, la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad.
Este modelo implica la adopción de tecnologías limpias, prácticas de eficiencia energética y la minimización de residuos y emisiones. Además, promueve la rehabilitación de áreas afectadas por la minería mediante la restauración ecológica y el uso de técnicas de recuperación de tierras. La minería sostenible también fomenta la participación activa de las comunidades locales, garantizando que las poblaciones cercanas a las minas se beneficien económicamente y se protejan sus derechos.